La
ansiedad se origina en el cerebro, siendo una respuesta fisiológica de tensión
muscular y de frecuencia cardiaca elevada.
Un
punto importante que encontré en la revisión de literatura de psicología, es
que la ansiedad descontrolada se relaciona estrechamente con la depresión, por
lo tanto es importante comprenderla y aprender a dominarla.
En mi
caso, la ansiedad es algo que he llegado a odiar, pero como plantee en el post
anterior, no es correcto etiquetar como bueno o malo aspectos que son intrínsecos
en nosotros como seres humanos. A continuación especifico algunos puntos que
nos ilustran sobre algunas perspectivas, que nos demuestran que esta emoción no
siempre es necesariamente negativa:
-Si la
ansiedad existe, es porque la necesitamos y puede ser positiva para nosotros en
cantidades moderadas.
-Podemos
desempeñarnos mejor cuando estamos un poco ansiosos.
-La
ansiedad puede impulsar y mejorar el desempeño físico e intelectual.
-Sin la
ansiedad haríamos muy pocas cosas.
Cuando
la ansiedad entorpece la realización de nuestras actividades diarias, el
tratamiento medico convencional incluye el uso de benzodiacepinas, que otorgan
alivio a corto plazo, para evitar dependencia de estos fármacos, su uso debe
ser en casos puntuales, por un par de días o una o dos semanas cuando mucho. El
tratamiento psicológico probablemente sea mejor a largo plazo. La psicoterapia
buscara alterar sesgos cognitivos (a veces inconcientes) asociados al TAG (trastornos
de ansiedad generalizada).
En mis próximos
post, detallare perspectivas más holísticas para poder resolver la ansiedad.
Fuente:
Barlow y Durand, Psicología Anormal, un Enfoque integral: Trastornos de
Ansiedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario