viernes, 10 de mayo de 2013

Ansiedad: ¿Amiga o enemiga?


La ansiedad se origina en el cerebro, siendo una respuesta fisiológica de tensión muscular y de frecuencia cardiaca elevada.

Un punto importante que encontré en la revisión de literatura de psicología, es que la ansiedad descontrolada se relaciona estrechamente con la depresión, por lo tanto es importante comprenderla y aprender a dominarla.

En mi caso, la ansiedad es algo que he llegado a odiar, pero como plantee en el post anterior, no es correcto etiquetar como bueno o malo aspectos que son intrínsecos en nosotros como seres humanos. A continuación especifico algunos puntos que nos ilustran sobre algunas perspectivas, que nos demuestran que esta emoción no siempre es necesariamente negativa:

 
-Si la ansiedad existe, es porque la necesitamos y puede ser positiva para nosotros en cantidades moderadas.

 
-Podemos desempeñarnos mejor cuando estamos un poco ansiosos.

 
-La ansiedad puede impulsar y mejorar el desempeño físico e intelectual.

 
-Sin la ansiedad haríamos muy pocas cosas.

 
Cuando la ansiedad entorpece la realización de nuestras actividades diarias, el tratamiento medico convencional incluye el uso de benzodiacepinas, que otorgan alivio a corto plazo, para evitar dependencia de estos fármacos, su uso debe ser en casos puntuales, por un par de días o una o dos semanas cuando mucho. El tratamiento psicológico probablemente sea mejor a largo plazo. La psicoterapia buscara alterar sesgos cognitivos (a veces inconcientes) asociados al TAG (trastornos de ansiedad generalizada).

 
En mis próximos post, detallare perspectivas más holísticas para poder resolver la ansiedad.

 

Fuente: Barlow y Durand, Psicología Anormal, un Enfoque integral: Trastornos de Ansiedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario